Antes de empezar mis esperadísimas vacaciones, quería dejaros esta receta. Es igual que cualquiera de las empanadas que he hecho en otras ocasiones, lo que cambia es el relleno.
Los pasos son:
1.- Estiramos la masa quebrada con el rodillo, así hacemos que la base que tenga un poco más de tamaño que la bandeja de horno. En mi caso la masa es circular (de Mercadona).
2.- Con ayuda del rodillo la ponemos sobre la bandeja en un trozo de papel para horno.
3.- Añadimos el relleno bien escurrido de aceite y lo estiramos por toda la base. En éste caso es frío, pero es muy importante cuando hagáis una empanada que el relleno este escurrido y frío para que la masa aguante bien.
4.- Una vez extendido lo espolvoreamos con queso rallado y con orégano, que le aportara un sabor a “pizza” muy rico.
5.- Tapamos con la otra mitad bien estirada y la sellamos por los bordes trenzando la parte inferior sobre la superior con de las manos o de un tenedor (mira la receta de las empanadillas, donde lo
explico).
6.- Hacemos un agujero pequeño en el centro para que respire o con un tenedor podeis pincharla por distintas zonas, así no hinchará. Después, pintamos la empanada con huevo batido (como para una tortilla), con ayuda de una brocha de silicona .
Un truco que leí en internet es que hay que ponerle un poco de leche para que quede dorada pero no se queme, aunque yo solamente le he echado el huevo.
Metedla en el horno precalentado a 200ºC, primero en la parte de abajo del horno (unos 10 minutos) y luego otros 15 minutos en el centro.
Mucho cuidado al sacarla del horno ya que al estar caliente se puede romper la masa.
De un día para otro, mejor.
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